Temas a tratar

 Pintura: forma, espacio y color

 Temas y motivos

 Técnicas 

 Los inicios de la pintura

 Pintura renacentista

 Los grandes pintores

 El arte en Venecia

 El Barroco

 El arte rococó

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pintura


PARA INVESTIGAR
¿Por qué crees que los hombres de la prehistoria comenzaron a pintar?
naturaleza muerta
Naturaleza muerta

Proyecto Salón Hogar

Pintura: forma, espacio y color

La pintura es una de las actividades humanas más antiguas en la historia del hombre, ya que aparece antes que la escritura, convirtiéndose en una de las expresiones más importantes para definir y caracterizar una época.

La historia de la pintura comenzó aproximadamente hace 30 mil años y no ha parado en su evolución, existiendo hoy en día innumerables tendencias y movimientos artísticos. En esta oportunidad abarcaremos desde la prehistoria hasta la pintura rococó.

Temas y motivos

En cuanto a temas y motivos, podemos decir que estos son muy diversos, ya que tienen directa relación con los autores, su vida y la época que vivían. Sin embargo, hay algunos que tienden a repetirse, como por ejemplo:

• Alegóricos
• Históricos
• Mitológicos
• Religiosos
• Retratos
• Naturalezas muertas
• Animales
• Paisajes
• Costumbristas
• Imaginativos
• Marinos

Técnicas 
Si bien las técnicas han variado a lo largo de la historia, las más importantes y que han perdurado a través del tiempo son: • El fresco: pintura con colores diluidos en agua con cal que se aplican en una pared.

El óleo: los colores se disuelven en aceite y se aplican en un lienzo o tela.
El vitral: consiste en trozos de vidrio pintados unidos por plomo.
El tapiz o gobelino: se utiliza para cubrir los muros y consiste en un paño tejido de lana o seda con figuras.
El temple: son pigmentos diluidos en clara de huevo.
La acuarela: los colores se disuelven en agua.

PARA INVESTIGAR
¿Cuáles fueron los motivos que más se repitieron a lo largo de la historia?
rupestre
Detalle de pintura rupestre encontrada en las cuevas de Altamira, España.

Los inicios de la pintura

Para conocer esta expresión artística a fondo debemos partir por su definición. La pintura es el arte por medio del cual se representa en una superficie plana un hecho real o imaginario a través del color y la forma. A lo largo de la historia ha adoptado diferentes formas, dependiendo de los distintos medios y técnicas propios de cada una de las tendencias artísticas.

Giotto di Bondone
Giotto di Bondone, “El Lamento por Cristo”.
PARA INVESTIGAR
Averigua cómo se hacían las mezclas para la pintura durante el Renacimiento

Pintura renacentista

El término Renacimiento describe la revolución cultural entre los siglos XV y XVI, originada en Italia por el interés en la cultura clásica greco-latina y por un fuerte apego al individualismo.

Con Giotto di Bondone y Simone Martini se rompió un ciclo, dejando atrás la Edad Media y dando paso al arte puramente renacentista, con gran observación de la naturaleza, estudio anatómico y aplicación del color local.

Giotto (1266-1337) logra distribuir en grandes planos los fondos y el estudio de los caracteres. Uno de los cuadros más recordados de este autor es San Francisco predicando a los pájaros, fresco que ilustra un pasaje de la vida de San Francisco en Asís, donde demuestra el gran dominio de los equilibrios proporcionales, dándole un peso muy natural a las figuras envueltas en gruesas vestimentas.

La Giocconda
Leonardo da Vinci, "La Giocconda" (1503)
PARA INVESTIGAR
¿Por qué crees que la sonrisa de la Giocconda cautivó a tanta gente?

Los grandes pintores

Ya hemos hablado de la pintura a través de la historia y de ciertos pintores que hasta la actualidad han dado que hablar. Sin embargo, hay que hacer una pausa extensa para hablar de los grandes pintores de la historia de la humanidad. Veamos quiénes son:

Leonardo da Vinci (1452-1519) fue el pintor más representativo del arte renacentista. No solo se dedicó a la pintura; también fue arquitecto, escultor, músico y poeta. Incluso llegó a inventar una máquina para volar y una para tejer. Podríamos decir que fue un hombre lleno de ideas y proyectos por emprender. Se dedicó a observar profundamente la naturaleza y llegó a ser el genio del arte durante el Renacimiento.

En 1481 pintó La adoración de los Reyes Magos, un cuadro que sin duda demuestra los inicios del artista. Más tarde aprendería variadas técnicas y pondría su sello propio en cada una de ellas.

Una de sus obras más importantes, si no la mejor, fue La Giocconda, obra que ha sido recordada por la enigmática sonrisa de la mujer retratada. Fue la primera vez que se mostró algún estado de ánimo en el rostro de alguien y eso perduró en el tiempo. La historia de esta pintura es bastante curiosa. Francesco del Gioccondo fue donde Leonardo a pedirle que hiciera este retrato; sin embargo, nunca lo fue a buscar, por lo que Da Vinci la conservó para él, convirtiéndose en una de las joyas de la historia del arte.
Además, Leonardo fue el primero en envolver a las figuras en una atmósfera determinada y un genio de las proporciones.

La creacion
Miguel Ángel Buonarroti, “La creación”

• Otro de los grandes genios de la pintura fue Miguel Angel Buonarroti (1475-1564), quien también se desenvolvió en otras disciplinas, como la arquitectura, la poesía, pero por sobre todo la escultura, dejando huellas impresionantes hasta el día de hoy.

Era amante de muchos motivos, pero lo que sin duda lo marcó durante su vida fue el amor y la pasión por la figura humana. Los hombres que aparecían en su obra eran grandes, musculosos y fuertes. Como pintor, lo que más lo marcó y lo que hasta hoy es recordado por su belleza, fue la maravilla que plasmó en el techo de la Capilla Sixtina, una obra de 500 metros cuadrados llenos de una decoración magnífica e impresionante, la que demoró cuatro años (1508-1512). Los motivos religiosos y de gran dramatismo son asombrosos cuando se les ve, con un volumen perfecto de las figuras bíblicas.

Tuvo que pasar más de 20 años para que terminara estos frescos que tanto habían dado que hablar. Fue así como, entre 1536 y 1541, dio fin a su obra con El Juicio Final, como una forma de representar el último momento de los hombres en el mundo. Una obra cargada de oscuridad, volúmenes y desmesura.

Rafael Sanzio
Rafael Sanzio, “La Madonna de Foligno” (1511-12)

• Sin duda, el último gran artista fue Rafael Sanzio (1486-1520), un pintor que se caracterizó por su corta pero intensa vida. En sus obras se tocaban básicamente cuatro grandes géneros: religiosos y madonas, composiciones religiosas al fresco, murales de temas profanos y retratos. A partir de 1505 se hizo famosos por la variedad de madonas que pintó a petición de selectos grupos de la sociedad. Entre las más conocidas se encuentran la La Madonna del Pez, Madonna del Gran Duque, Madonna de la Silla y la Madonna de Foligno.

Más tarde sería llamado para decorar una de las habitaciones del Vaticano para el Papa de ese entonces, Julio II, quien no solo quedó impresionado por el talento del pintor, sino que, además, mandó a borrar todos los otros frescos existentes que habían sido pintados por prestigiosos artistas. Es aquí donde se encuentra la famosa Escuela de Atenas, donde trató de representar las más grandes disciplinas de la época, como la teología, la poesía, las artes, las ciencias y la filosofía.

Otras obras de gran importancia fueron Coronación de Carlomagno, El Parnaso y el Santísimo Sacramento.

El Barroco 
Se cree que la palabra “barroco” proviene del francés “barogue”, que significa “extravagante”. Este movimiento tuvo gran aceptación en el siglo XVII e incluso llegó a expandirse a América. Se dedicó principalmente a reflejar los tiempos que se estaban viviendo, como lo fueron las constantes luchas religiosas y civiles en Europa. Todas las obras hablan de acción y la representan, desde la ambientación y la profundidad hasta los movimientos, lo que era posible gracias a la excesiva cantidad de pintura, que adquiría volumen produciendo una ilusión óptica.

PARA INVESTIGAR
¿Por qué crees que la mayoría de los pintores se autorretrataba?
Tintoretto
Jacopo Robusti, El Tintoretto: “San Jorge y el Dragón” (1518)
Vecellio
Tiziano Vecellio, “Carlos V” (1533)

El arte en Venecia

La pintura de la escuela veneciana del Renacimiento se pude definir en pocas palabras: contornos blandos, visión directa del natural y mujeres vitales. La pintura que se utiliza es al aceite y las obras son muy dinámicas en cuanto a la composición. Una de las obras características de esta escuela fue El concierto campestre, del Giorgione (1477-1510), donde se orienta al estudio de la atmósfera y de las figuras humanas desnudas; y La Tempestad, donde muestra una sugestión de un momento fugaz en el tiempo, producto de un fenómeno atmosférico.

Otro de los grandes venecianos fue Tiziano (1485-1576), un pintor muy recordado por los retratos trascendentes que realizó en vida. Uno de ellos fue Francisco I de Francia y Carlos V de Alemania, más conocido en España como Carlos I. Tiziano fue un creador e innovador en el género de la alegoría, lo que plasmará en importantes obras a través de su vida. En las pinturas con motivos religiosos logra muy buenas críticas, realizando Asunciones, Natividades y escenas de la Historia Sagrada. Gracias a la inspiración que recibía de la música y las melodías, pintó dos hermosos cuadros: El Concierto y La Música.

El Veronés, cuyo verdadero nombre es Paolo Caliari, es otro de los pintores importantes de Venecia, siendo el que logra mayor perfección en su representación de esta ciudad del norte de Italia. Si bien sigue los pasos de Tiziano al abordar el género de la alegoría, agrega mayor decoración a sus obras. Algunas de las más famosas son Apoteosis de Venecia, La cena de Jesús en la casa de Leví, Las bodas de Caná, una de las más grandes pinturas de caballete en el mundo.

Finalmente tenemos al Tintoretto, un pintor extraño, cuya obra se caracterizó por su agitación de las formas, tonos violáceos y ambientes sombríos. Una de sus grandes obras fue San Jorge y el dragón. Su verdadero nombre era Jacopo Robusti, y se le llamó Tintoretto (pequeño tintorero) por el comercio de su padre.

Van Dyck
Antonio Van Dyck, “Carlos I de Inglaterra” 
Rembrandt
Autorretrato de Rembrandt Harmenszoon Van Rijn
PARA INVESTIGAR
A tu juicio, ¿cuál crees que fue el mejor pintor de todos los tiempos?

El arte en los Países Bajos

Esta época se caracterizó mucho por el contraste de los claroscuros, el tratamiento de las texturas, la degradación de los colores, dibujo de líneas onduladas que enfatizan lo dramático de esos años.

Uno de los exponentes flamencos fue Pedro Pablo Rubens (1577-1640), gran humanista y conocedor de idiomas. En sus obras abordó temas históricos, mitológicos, batallas y desnudos. Además de escenas folclóricas y religiosas, supo mezclar lo religioso con lo pagano en un intento por complementar el dolor y la alegría, lo interno y lo externo del hombre. Los colores eran muy reales, ya que en las telas brillaban las diversas gamas luminosas, dando la sensación de realidad, todo esto acompañado de figuras humanas gordas y corpulentas, características del Barroco.

Jacobo Jordaens (1593-1678) se destacó por la mitología en sus obras y por su capacidad de maravillar a los observadores, con un clima ideal y escenográfico típico de los flamencos.

Antonio Van Dyck (1599-1641), en cambio, fue el mejor alumno de Rubens. Trabajó en Italia e Inglaterra, donde alcanzó su máximo apogeo como pintor. Fue uno de los mejores retratistas de la época, utilizando en sus cuadros variados tonos azules que daban el sello a su obra. Esto puede apreciarse en su obra Carlos I de Inglaterra.

Rubens, Jordaens y Van Dyck son exponentes flamencos del lado católico. Veamos quiénes se encontraban en el ala protestante.

El principal representante fue Rembrandt (1606-1669), destacado no solo por su gran talento sino también por la gran variedad de géneros que abarcaron sus obras, entre retratos, paisajes, historia, religión y escenas nocturnas donde el claroscuro era un elemento importante en la composición, convirtiéndose en uno de los sellos de su pintura. En las obras Autorretrato y La ronda nocturna se pueden apreciar ampliamente el juego de luces y sombras y el perfecto contraste entre lo claro y lo oscuro.

Por otro lado estaba Frans Hals (1548-1605), pintor holandés que se caracterizó por pintar tabernas y costumbres del pueblo donde vivía. Sus obras reflejaban un cierto optimismo, o al menos, alegría, ya que las figuras humanas se mostraban tranquilas y normalmente sonriendo.

Juan Vermeer (1632-1675) fue el último de los exponentes flamencos del Barroco, y se dedicó a captar los interiores de las casa holandesas del siglo XVII. Sus obras son bastante pequeñas, con elementos en miniatura, aunque lo que se exalta con gran fuerza es la figura de una mujer dulce y tierna dentro de la composición.

Por su parte El Greco (1540-1614), uno de los principales pintores del Barroco español, vivió desde un comienzo la influencia de Tiziano y Tintoretto, pero será en su madurez cuando alcance la fama con figuras estilizadas, alargadas y profundamente místicas. Su obra más importante fue El entierro del conde de Orgaz, dividida en dos secciones. En la parte inferior se hallan los personajes terrenales y en la superior Dios y los santos, entre hermosos colores.

Pero sin lugar a dudas, Velázquez (1599-1660) fue el genio de la pintura española durante este período. Sus obras recuperan la mesura perdida durante los años anteriores, pero sin dejar de lado la importancia del espacio dentro del cuadro, lo que se puede apreciar básicamente en su obra más famosa, Las Meninas, donde representa a personajes de la familia real y sus más cercanos. Sus obras Los borrachos, de variada composición, y Las lanzas, son pinturas difíciles de olvidar hasta hoy.

José Ribera (1591-1632) también fue un importante pintor español, que recibió una profunda influencia italiana. Su arte se caracterizaba por mostrar flácidas figuras y carnes de los santos envejecidos, además del marcado contraste del claroscuro.

Francisco Zurbarán, en cambio, reflejaba el misterio que existía dentro de él en sus obras, aunque básicamente se dedicó a los monjes, bodegones y naturalezas muertas. Junto a él, Bartolomé Esteban Murillo, con sus colores pardos y tostados se preocupa de dar realismo a las obras que realiza, como una forma de acercar más la imagen a la realidad de cada persona. El óleo más conocido de Murillo, y tal vez uno de los más bellos, es Niño mendigo.

Gainsborough
Tomás Gainsborough, “El niño azul” (1770)

El arte rococó

Estilo característico del siglo XVIII, designado por una palabra que proviene de la expresión francesa “rocaille”, inspirada en el aspecto de las rocas marinas cubiertas de conchas y algas. El Rococó se caracteriza por ser excesivamente ornamental; es decir, la decoración es muy adornada y recargada en sus estilos.

Rococó en Francia

En Francia el más famosos de los exponentes de este estilo pictórico fue Antonio Watteau (1684-1721), quien se encarga de retratar a la sociedad con suaves colores pero recargadas decoraciones. Sin embargo, en sus pinturas se ve una cierta melancolía en la composición, sumado a un desengaño palpable que se aprecia al ver a los personajes de espaldas al espectador. Una obra que refleja su estilo es el payaso Gilles, de la Comedia Italiana, que denota la tristeza en su rostro.

Francisco Boucher (1703-1770) fue el pintor oficial de la corte francesa en el siglo XVIII y se dedicó a pintar obras con motivos mitológicos, envueltos en colores fríos, como azules, rosados y verdes transparentes. Su más cercano colaborador fue Juan Honorato Fragonard (1732-1806), que si bien siguió sus pasos en cuanto a galantería, fue mucho más rápido y eficiente que su maestro. Una de sus principales obras fue La lectora.

Rococó en Inglaterra

Durante esta época los ingleses prohibían terminantemente la representación del desnudo, por lo que la mayoría de las pinturas son retratos. Joshua Reynolds (1723-1792) llegó a presidir la Real Academia de Bellas Artes y sus obras se caracterizaron por ser muy estáticas, pero plagadas de colores refinados mezclados con la atmósfera.

Otro retratista importante inglés fue Tomás Gainsborough, quien se cargó bastante a la decoración, lo que se puede apreciar en su obra El niño azul. Finalmente, el Rococó inglés culmina con William Turner, uno de los precursores del impresionismo, estilo que comenzó en 1874.

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