 |
| La
ruka mapuche era de grandes dimensiones, con superficies que
variaban entre los 120 y 240 metros cuadrados. |
La
vida familiar
El
pueblo mapuche se identificaba fuertemente con la naturaleza. Por
lo mismo, desde que el niño era pequeño, padre y madre
lo llevaban a diferentes lugares. La madre era la encargada de la
alimentación, vestimenta y limpieza de sus hijos, así
como también de preservar la cultura.
El padre enseñaba a sus hijos las diferentes tareas relacionadas
con el campo, como acompañarlo a buscar las ovejas, sacar
el cuero de los animales, cortar leña, hacer pan o buscar
agua.
Admitían
la poligamía, por lo que era habitual que los hombres tuvieran
cuatro o cinco mujeres. A mayor cantidad de mujeres, mayor cantidad
de bienes, pues ellas tejían mantas, cultivaban y cuidaban
a los animales.
Las
familias mapuche habitaban en una vivienda denominada ruka, fabricada
con postes de madera y tapizada de paja o totora. La ruka no tenía
ventanas, y en el centro se colocaba la fogata, que ardía
permanentemente, evacuándose el humo a través de un
agujero ubicado en el techo.
Ceremonias
rituales: machitún y nguillatún
 |
| La
trutruka, instrumento musical mapuche, era usado desde épocas
precolombinas en todas las ceremonias importantes, entre ellas,
el nguillatún. |
La
base de los ritos mapuches era la rogativa o petición.
La ceremonia del nguillatún tenía por objeto pedir
al Pillán y al totem que beneficiaran al pueblo con lluvias,
cosechas abundantes, el aumento del ganado y otros favores.
La
ceremonia del machitún se efectuaba para sanar a algún
mapuche enfermo. Para ello intervenía un curandero llamado
machi, al que se le atribuía poderes sobrenaturales que
le permitían comunicarse con los espíritus. En el
rito, el machi colocaba hojas de canelo -considerado como el árbol
sagrado mapuche- y las encendía mientras realizaba cantos
y danzas alrededor del paciente al son del kultrún,
un tambor utilizado para invocar la ayuda de los pillanes bienhechores.
Así, cuando la ruca se llenaba de humo, el machi, usando
sus conocimientos de hipnotismo, creaba un fenómeno de alucinación
colectiva, y fingía clavar un cuchillo en el enfermo. Después
urgaba en el interior del mismo y les mostraba a los
parientes la causa del mal, representada en lagartijas o insectos.
Finalmente,
recetaba hierbas medicinales, como boldo, bailahuén, maitén,
quillay y arrayán, entre otras.
Un
elemento importante en el machitún era el rehue, un
poste tallado donde el machi imploraba la ayuda de los espíritus.
|