 |
| Este
casco de oro delicadamente trabajado por los artesanos alrededor
del 2500 a.C., fue encontrado en una de las lápidas del
cementerio real de la ciudad de Ur. |
 |
| Este
es el Estandarte de Ur, un monumento con representaciones en
sus cuatro caras. Es un mosaico de marfil sobre lapislázuli.
Esta es la cara de la paz. |
La
primera civilización: la sumeria Durante
el cuarto milenio a.C., el sur de Mesopotamia fue invadido y poblado por los sumerios,
provenientes probablemente de la India o de Asia central.
Este pueblo logró manejar las inundaciones que se producían anualmente
en abril y mayo, a raíz de los deshielos en las altas montañas de
Armenia. Secaron los pantanos, construyeron diques y crearon canales
para regar los campos, convirtiendo las llanuras en un fértil huerto. Producían
cereales y toda clase de frutas y legumbres.
Otra de las creaciones sumerias fue la rueda, que surgió aproximadamente
el 3.500 a.C.
Cuatrocientos años más tarde, en el 3.100 a.C., alcanzaron su máximo
apogeo con la invención de la escritura cuneiforme y la fundación
de ciudades que se constituyeron en estados independientes. La principal de
ellas fue Ur. En el centro de cada ciudad se ubicaba el templo del dios
local, a quien le otorgaban la soberanía de la ciudad y el dominio de las
tierras y el ganado. De hecho, los campesinos debían entregar parte de
su cosecha en el templo.
El gobernante de la ciudad, el Patesi, era el representante del dios, y
como tal tenía la misión de proteger el templo, cuidar la paz, preservar
la justicia y preocuparse de la mantención de canales y diques.
Nace el comercio
Los sumerios desarrollaron un activo comercio basado
en el trueque -que consistía en el intercambio de bienes de acuerdo a las
necesidades de las partes-, que los llevó hasta el Asia Menor, el sur de
Rusia y la India. Esto, porque para sus construcciones solo disponían
de madera de palma, totora y ladrillos, debiendo importar piedras, cobre, oro
y plata.
Eran muy exactos en sus operaciones comerciales, ya que extendían un documento
escrito sobre cada negocio de cierta envergadura. Con el tiempo, el trueque se
hizo ineficiente, por lo que decidieron intercambiar sus productos por lingotes
de oro y plata, cuyo valor era reconocido en todas partes.
Los reyes ponían un sello a las barras de metal para asegurar su peso y
ley -calidad-. Así, crearon el concepto de moneda, que al resultar
tan útil fue imitado por otros pueblos.
La unidad de peso era el talento, y las de medidas, el pie y la
docena. Esas unidades de peso y medida se utilizaron durante toda la antigüedad.
La invasión de los Acadios
El rico y fértil país de los sumerios atrajo a los pueblos nómades
de los desiertos y las estepas. Desde el interior de la península arábiga,
las tribus semitas -árabes, hebreos, sirios- invadieron periódicamente
Mesopotamia a partir del 2500 a.C., estableciendo su dominio. Se hicieron sedentarios
y acabaron por fundirse con la población anterior. Finalmente se establecieron
al norte del país del Súmmer o Sumeria.
Los invasores se sometieron ante la cultura superior de sus predecesores, pese
a que finalmente los sumerios dejaron de existir.
El mayor esplendor acadio fue durante el reinado de Sargón I (2334-2279
a.C.), que creó el primer gran imperio semita, al unificar las ciudades-estado
sumerias y fundar la ciudad de Accad, cuyo nombre se hizo extensivo a toda
la región. Además, logró extender su dominio hasta el Mediterráneo,
por el oeste, y los montes Zagros, por el este.
El poderío acadio decayó como consecuencia de las invasiones de
los guti y los amoritas, procedentes de las montañas del
norte. Cuando fueron expulsados, la cultura mesopotámica renació
con la dinastía III de Ur, entre los años 2112 y 2004 a.C. |