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ENIGMATICO FINAL DEL HMS VICTORIA EN EL MEDITERRANEO
El mayor desastre naval de la armada británica en tiempos de paz

El 22 de junio de 1893 en la entrada del puerto de Trípoli, en Libano, el HMS Victoria, nave insignia de la flota britanica del Mediterraneo, compuesta por ocho acorazados y cinco cruceros, que comanda el vicealmirante Sir George Tyron, inicia una inexplicable maniobra que la pone en rumbo de colision con su par en la formacion de linea, el acorazado Camperdown al cual se le ha ordenado virar simultaneamente hacia dentro de la formacion
cuando los margenes de maniobras dado la eslora de ambas naves harian inevitable una colision. De resultas del impacto el acorazado Victoria se hunde en pocos minutos provocando la muerte de 359 tripulantes entre ellos la del propio Tyron quien ha ordenado la absurda maniobra ante la callada consternacion de sus propios oficiales. El Camperdown sufre graves averias pero logra llegar a puerto. El hecho es recordado como uno de los mayores enigmas de la historia naval británica y el mayor desastre naval militar en tiempos de paz.


Vicealmirante George Tyron





El acorazado HMS Victoria hundiendose tras la colision

Revisión obligada de la doctrina de obediencia militar
El caso puso sobre el tapete el problema del limite a que se debe llegar en la obediencia militar. El propio Tryon, meses antes, habia instruido a sus hombres acerca de que una determinada maniobra no liberaba a ninguno de sus subordinados de su responsabilidad en la seguridad del barco. En las actuaciones que instruyo el Consejo de Guerra el contraalmirante Markham responsable del Camperdown justifico su actuacion en el hecho afirmando que no se puede maniobrar con una flota sobre la base de responsabilidad limitada o de una obediencia restringida. Markham defendio su punto de vista argumentando que resultaba igualmente arriesgado haber tomado alguna otra iniciativa sobre la marcha para neutralizar la inexplicable maniobra en la cual recibio ordenes expresas de participar sin saber realmente que es lo que tenia en mente Tryon de cuya competencia profesional hasta ese momento nadie dudaba. 
Los motivos por los cuales Tryon, a pesar de algunas indirectas sugerencias recibidas de sus oficiales inmediatos, hizo ejecutar una orden inexplicable y asistio a su desenlace sin hesitar es un misterio que el almirante se llevó a la tumba.
Fuente: La muerte de un almirante - Hanson W. Baldwin



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