Sobre el
Guerrero de la Luz?
Por: Paulo
Coelho Novelista Brasileiro
SERENIDAD
El Guerrero de la Luz sabe que en cualquier actividad es preciso saber lo que se
debe esperar, los medios para alcanzar el objetivo y la capacidad que tenemos
para la tarea propuesta. Sólo puede renunciar el que, sabiéndose así
pertrechado, no tiene deseos por los resultados de la conquista y permanece
absorto en el combate. No es lo mismo renuncia que indiferencia. No se deja
engañar por su propia capacidad y evita ser tomado por sorpresa: él da a cada
cosa el valor que merece tener.
El Guerrero de la Luz sabe que nadie gana siempre, y sabe distinguir sus
aciertos de sus errores.
El Guerrero de la Luz reflexiona antes de actuar, procura mantener la serenidad
y analiza cada paso como si fuese el más importante. No obstante, en el momento
en que toma una decisión no cambia de ruta si las circunstancias fueran
diferentes a lo que imaginaba. Un Guerrero de la Luz, cuando comienza, llega
hasta el final.
CORAJE
“La primera cualidad del camino espiritual es el coraje”, decía Gandhi. Y, según
el monje tibetano Chögyam Trungpa, “la primera cualidad del hombre valiente es
luchar por aquello que pueda ser útil a toda la humanidad”.
El Guerrero de la Luz llora sus pensas y descansa cuando es derrotado, pero
inmediatamente vuelve a luchar por sus sueños coraje
El Guerrero de la Luz nunca se acobarda. En la duda, prefiere afrontar la
derrota y después curar sus heridas, porque sabe que la huida da al agresor un
poder más grande del que merece. El Guerrero de la Luz encara la situación
difícil con heroísmo, resignación y coraje.
Pero los hombres y mujeres valientes proyectan su pensamiento mucho más allá de
las paredes de su cuarto. Saben que, si no hacen nada por el mundo, nadie más lo
hará. Entonces toman parte en el Buen Combate de la vida, aún sin entender del
todo el porqué.
Ten miedo de algunas cosas, y concentra todo tu miedo en ellas, para que tengas
coraje ante el resto.
Todos los caminos del mundo conducen al corazón del guerrero; él se sumerge sin
vacilar en el río de pasiones que siempre corre por su vida.
El guerrero sabe que es libre para escoger lo que desee; sus decisiones son
tomadas con coraje, desprendimiento y — a veces — con una cierta dosis de
locura. Acepta sus pasiones y las disfruta intensamente. Sabe que no es preciso
renunciar al entusiasmo de las conquistas; ellas forman parte de la vida, y
alegran a todos los que en ellas participan. Pero jamás pierde de vista las
cosas duraderas y los lazos creados con solidez a través del tiempo. Un guerrero
sabe distinguir lo que es pasajero y lo que es definitivo.
SOLIDARIDAD
Un Guerrero de la Luz no entra en la batalla sin conocer los límites de su
aliado.
El Guerrero de la Luz proyecta sus pensamientos más allá del horizonte. Sabe que
si no hace nada por el mundo, nadie más lo hará. Entonces, participa en el Buen
Combate y ayuda a los otros, incluso sin entender bien porqué lo hace
solidaridad
SINCERIDAD
El Guerrero de la Luz aprovecha cualquier ocasión para enseñarse a sí mismo, no
se deja engañar y descubre los mensajes de los hombres que le rodean: intentan
mostrar lo peor de sí mismo, no creen en su propia capacidad, pero viven
cacareando sus virtudes.
En nombre de la verdad, la raza humana cometió sus peores crímenes. Hombres y
mujeres fueron quemados. La cultura de civilizaciones enteras fue destruida, los
que buscaban un camino diferente eran marginados.
Uno de ellos, en nombre de la "verdad" terminó crucificado. Pero, antes de
morir, dejó la gran definición de la Verdad.
No es lo que nos da certezas.
No es lo que nos da profundidad.
No es lo que nos hace mejores que los otros.
No es lo que nos mantiene en la prisión de los prejuicios.
La verdad es lo que nos da la libertad.
"Conoceréis la Verdad, y la verdad os hará libres" dijo Jesús.
ADAPTACIÓN
Es mejor ceder que rendirse... Uno se rinde ante la desesperación y cede a la
aceptación..., la aceptación de las cosas que no se pueden cambiar. (Grad)
El Guerrero de la Luz a veces actúa como el agua, y fluye entre los obstáculos
que encuentra. En ciertos momentos, resistir significa ser destruido; entonces,
él se adapta a las circunstancias. Acepta sin protestar que las piedras del
camino tracen su rumbo a través de las montañas, sin olvidar su objetivo: el
mar.
DISCERNIMIENTO
El Guerrero de la Luz sabe que las batallas que trabó en el pasado siempre
terminan por enseñar algo. No obstante, muchas de estas enseñanzas le hicieron
sufrir más de lo necesario. Más de una vez perdió su tiempo luchando por causa
de una mentira. Y sufrió por personas que no estaban a la altura de su amor.
Marcia Frerias recuerda la historia de un hombre que se acercó a Sócrates:
— Como soy muy amigo suyo, necesito contarle algo.
— ¡Espera!— dijo Sócrates—. ¿Y las tres pruebas? ¿Ya hiciste la primera prueba,
que es la de saber que lo que me vas a contar es verdad?
— Bueno... no tengo una certeza absoluta, pero oí decir...
— Entonces hiciste la segunda prueba — dijo el sabio — La prueba de la bondad.
¡Lo que vas a contarme será bueno para mí!
— No... muy por el contrario...
— Si no hiciste la prueba de la verdad ni la de la bondad, ciertamente habrás
hecho la de la utiliconsidad. ¡Lo que me vas a contar me será útil!.
— ¿Útil? — , dijo el visitante. — Bueno, útil no es.
— Entonces — dijo el filósofo sonriendo — si el asunto no es verdadero, ni
bueno, ni útil, mejor no le des importancia.
PERSEVERANCIA
El Guerrero de la Luz sabe que una guerra prolongada termina siempre destruyendo
la victoria, por lo que sabe retirar sus fuerzas y concederse una tregua
esperando el mejor momento para un nuevo ataque. Siempre retorna a la lucha,
pero nunca lo hace por obstinación sino porque nota el cambio en el tiempo.
MEDITACIÓN
El Guerrero de la Luz medita ante situaciones importantes: no quiere causar
sufrimientos inútiles ni abandonar su camino. Entonces, deja que la decisión se
manifieste.
El Guerrero de la Luz descansa y ríe, pero está siempre atento, sobre todo en el
silencio, que anticipa el combate. En el silencio, se adiestra en el manejo de
la espada y vigila el horizonte, escucha los latidos de su corazón tenso y con
miedo. En el silencio, el Guerrero de la Luz hace balance de su vida, si tiene
la espada afilada, el corazón satisfecho y la fe incendiándole el alma. Sabe que
el mantenimiento es tan importante como la acción. En el silencio, analiza cada
estrategia y pregunta: “¿Qué haría yo si tuviera que luchar conmigo mismo?” Así
descubre sus puntos flacos.
El Guerrero de la Luz usa tiempo para sí mismo, para el descanso, la
contemplación, el contacto con el Alma del Mundo. Mira el mundo como si fuera un
espectador y lentamente todo lo que parecía complicado empieza a volverse
sencillo.
Mientras medita, el Guerrero de la Luz no es él, sino una centella del Alma del
Mundo. Son estos momentos los que le permiten entender su responsabilidad, y
actuar de acuerdo con ella. Un Guerrero de la Luz sabe que en el silencio de su
corazón existe un orden que lo orienta.
EQUILIBRIO
El Guerrero de la Luz, cuando sufre una injusticia, generalmente procura
quedarse sólo, para no mostrar su dolor a los otros. Es un comportamiento malo y
bueno al mismo tiempo. Una cosa es dejar que su corazón cure lentamente las
propias heridas. Otra cosa es permanecer todo el día en meditación profunda, con
miedo a parecer débil.
Ante la dificultad, el demonio alimenta esta conversación solitaria, procurando
mostrarnos cuán vulnerables somos; el ángel nos hace reflexionar sobre nuestras
actitudes , y a veces necesita manifestarse a través de la boca de alguien. Un
Guerrero de la Luz equilibra soledad y dependencia.
El Guerrero de la Luz equilibra rigor y misericordia, la disciplina y la
compasión. Dios jamás abandona a sus hijos, pero sus designios son insondables,
y Él construye el camino con nuestros propios pasos.
GRATITUD
También los hombres le ayudan, en los momentos en que sus sangres se mezclaron
en el campo de batalla; el Guerrero de la Luz no necesita que le recuerden la
ayuda de otros, él mismo se acuerda y reparte con ellos la recompensa.
El Guerrero de la Luz sabe que nadie es tonto, y que la vida enseña a todos, aun
cuando tarde algún tiempo. Entonces él trata a su prójimo de acuerdo con sus
cualidades, y procura mostrar a todos de cuanto es capaz cada uno.
Algunos compañeros comentan: "existen personas ingratas". El guerrero no se deja
impresionar por esto. Y continúa estimulando a los otros, porque es una manera
de estimularse a sí mismo.
INTUICIÓN
Para hacer realidad nuestros sueños hemos de seguir nuestros presentimientos,
zambullidas de
nuestra alma en la Corriente Universal de la Vida donde todo está escrito.
COMPAÑERISMO Y PRUDENCIA
El Guerrero de la Luz no puede luchar sólo, necesita discutir estrategias, pedir
ayuda y, en momentos de descanso, tener a alguien a quien contar historias de
combate alrededor de la hoguera. “Cuando tú defiendes públicamente tus ideas,
debes esforzarte para vivir de acuerdo con ellas; así, acabarás transformándote
en lo que dices”. Un Guerrero de la Luz es transe en sus acciones y secreto en
sus planes. Un Guerrero de la Luz baila con sus compañeros, pero no transfiere a
nadie la responsabilidad de sus pasos.
El Guerrero de la Luz sabe que si llega al final de la jornada a un paraíso
vacío, su lucha no habrá valido la pena.
El hombre que preserva a sus amigos jamás es dominado por las tempestades de la
existencia.
Un Guerrero de la Luz no entra en la batalla sin conocer los límites de su
aliado
Pero el Guerrero de la Luz también sabe que cada vez que habla de su sueño usa
un poco de la energía de ese sueño para expresarse.
Cuando el Guerrero de la Luz habla de las actitudes de su hermano, imagina que
él está presente, escuchando lo que dice porque sabe que cualquier información
puede llegar a los enemigos de esa persona aumentando su carga de veneno y
maldad.
El Guerrero de la Luz confía en las personas, pero impone sus límites: una cosa
es aceptar las señales de Dios, y entender que los ángeles usan la boca de
nuestro prójimo para aconsejarnos; otra cosa es ser incapaz de tomar decisiones.
Un Guerrero de la Luz confía en los otros porque, en primer lugar, confía en sí
mismo.
Cuando el Guerrero de la Luz necesita ayuda procura ver cómo sus amigos
resuelven o no resuelven sus problemas. Cuando está cansado o solitario, el
Guerrero de la Luz busca a quien está a su lado, y comparte su dolor o su
necesidad de cariño, con placer y sin culpa. El Guerrero de la Luz comparte su
mundo con las personas que ama. Procura animarlas a hacer lo que les gustaría
pero no se atreven. Un Guerrero de la Luz sabe que tiene defectos, pero sabe
también que no puede crecer sólo, distanciándose de sus compañeros.
INOCENCIA Y SENCILLEZ
Los hombres que se juzgan sabios son indecisos a la hora de mandar y rebeldes a
la hora de servir; consideran una vergüenza dar órdenes y una deshonra
recibirlas.
El Guerrero de la Luz se comporta con inocencia de criatura pero mantiene su
contacto con Dios sin perder de vista su misión.
Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin
motivo, a estar siempre ocupado en algo y a saber exigir con todas sus fuerzas
aquello que desea.
La vida enseña a cada momento y el único secreto es aceptar que sólo aprendiendo
de lo cotidiano podemos ser sabios; pero sólo tomamos conocimiento de esto
cuando nos vemos forzados a enseñar a otro: Sólo puedes aprender cuando enseñas.
RESPONSABILIDAD
Un Guerrero de la Luz responsable no es el que coloca sobre sus hombros el peso
del mundo, sino aquel que aprendió a luchar contra los desafíos del momento, con
los que a veces se entretuvo.
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