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Mi agradecimiento a Dios

Salmo 71

Parafrasis de agradecimiento (en mis palabras, Héctor A. García)

1 En ti, oh mi Dios, me he refugiado, no sea yo avergonzado jamás. 2 Socorreme y librame en tu justicia, inclina tu oído y sálvame. 3 Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza. 4 Dios mío librame de la mano de los malvados, de la mano de los perversos y violentos 5 Porque tu oh mi Dios, eres mi esperanza., la seguridad que me acompaña desde que soy un niño. 6 En ti he sido sustentado desde el vientre; de las entrañas de mi madre y escogiste el día de mi nacimiento, por ello te alabaré siempre. 7 Como un prodigio y maravilla he sido ante los ojos de muchos, pues me recupero facilmente de una caida  ante su asombro, no saben ellos que tú eres mi fortaleza y sustento. 8 Mi boca y corazón sabrán agradecerlo todos los días. 9 No me abandones en mi edad madura y cuando mis fuerzas se agoten no me desampares. 10 Porque mis competidores confabulan contra mí y los que siguen mis pasos siempre traman algo. 11 Y creen que tu no estas conmigo, y dicen: vamos a atacarlo y perjudicarlo que no habrá quien le ayude.  12 Pero tu mi Dios, no te alejas de mi y acudes pronto en mi socorro, no sin antes permitir que pase por esa prueba de fortalecimiento. 13 Y entonces son avergonzados y confundidos los adversarios de mi alma quedando mal ante sus propias palabras y acciones recogiendo ellos mismos el fruto de su maldad. 14 Por eso yo perseveraré siempre y te glorificaré más y más. 15 Entonces en un compromiso contigo publicaré tu justicia y el apoyo que me has brindado, para que sea visto todos los días, aunque ya ni recuerdo todas las veces que me has rescatado. 16 Le mostraré a otros tu poder y les recordaré que la justicia imperecedera es solo tuya. 17 Oh Dios, me distes sabiduría desde mi niñez y hasta ahora la has mantenido a mi lado. 18 Por eso, aún en la vejez no seré desamparado. Hasta que le pueda anunciar a todos sobre la faz de la tierra el poder de tu eternidad. 19 Y tu justicia, oh Dios hasta el último rincón de esta tierra, exclamaré tus prodigios y que no hay otro Dios como tú. 20 Señor, tu que me has puesto a prueba y me has hecho pasar por muchas situaciones difíciles, volviendo siempre a darme vida y levantándome de mis cenizas. 21 Aumentaras así mi poder y volverás a mecerme en tus brazos. 22 Por eso yo te alabaré y te lo reconoceré por aquí por este medio, por aquí por la Internet. 23 Mi corazón se alegrará y mi alma la que pusistes en tus manos. 24 Por eso mi boca también lo dirá continuamente. Por cuanto han sido avergonzados, por cuanto han sido confundidos, los que mi mal procuraban. 

 

Gracias Señor, amen, amen...  

 

A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien.

 

                                                        


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