SOMOS GUARACHEROS


LA GUARACHA SALSOSA

lOS BORICUAS, HEMOS CREADO UNA SONORIDAD ÚNICA

 

WILLIE COLÓN Y HÉCTOR LAVOE

 

 

En 1967 Héctor Pérez aceptó grabar el disco El Malo para complacer a Johnny Pacheco, director de grabación y cofundador de Fania Records. La verdadera historia es que el presidente de Fania, Jerry Masussi acordó editar los primeros álbumes de la banda de Willie Colón con la condición de que entre sus filas tuviera un cantante polifacético, versado y de un timbre y una tesitura más agradable que la de Tony Vázquez, su primer vocalista. Pacheco se lo presentó a Colón y al comienzo de la colaboración Héctor pensó que su estadía en la banda sería breve porque opinaba que, en comparación con otras orquestas de la época, como La Perfecta de Eddie Palmieri, la agrupación de Willie sonaba mal y carecía de identidad. Dos años después su relación con Willie se comenzó a consolidar, al extremo de que el LP “Guisando” fue el primero en que compartieron los créditos y la foto de la carátula. El nombre de Lavoe, apodado así por Arturo Franklyn, comenzó a resonar en países como Panamá, Colombia, París y Venezuela, gracias a las giras internacionales que organizó Richie Bonilla, entonces manejador del juvenil binomio que en 1969 rendía a sus pies a los bailadores que, cansados del boogaloo y el shing-aling, ansiaban la cadencia afrocaribeña y desbordaban los clubes de Manhattan en que Federico Pagani presentaba sus shows.

 

“Guisando(Doing A Job)” capitaliza al máximo la imagen de malotes de The Hustle, en cuya foto principal Willie comparte una partida de billar con los músicos de su orquesta. Si bien en este aparecen escalando la caja fuerte de un banco, la imagen de malotes –reforzada posteriormente en las carátulas de Izzy Sanabria y Ron Levine para La Gran Fuga y Lo Mato- se limitaba al aspecto visual, como parte de una estrategia para promover la banda de jóvenes músicos decididos a revolucionar la escena niuyorquina tras la decadencia del mambo y el descenso en la popularidad de las grandes orquestas de Machito, Tito Puente y Tito Rodríguez. Contrario a la correspondencia existente hoy entre los conceptos de presentación y los contenidos de gran parte de la música urbana contemporánea, Willie & Héctor nunca incitaron a la juventud a asaltar bancos, a traficar con drogas y a asesinar a la gente. Como exponentes de la salsa urbana, su discurso sociocultural fue cimentado en sus observaciones de la vida en los barrios y comunidades de mayor concentración puertorriqueña o latina de Nueva York.

 

Sus letras abordan, a veces con humor, las historias de carteristas o ladrones como el personaje Vicente de “Guisando” que, tarde o temprano, no se escapan de la justicia. En “No Me Den Candela” enfocan la realidad del chisme, el mal de ojo, la envidia, la maldad y la santería que matizaron la competencia entre parte de las bandas de la época y la vida misma en las comunidades marginadas del Bronx y el Barrio. Así, la historia del jugador compulsivo que apuesta hasta el alma y se marcha sin pagar; el saoco del binomio que viene con la herencia de Borinquen a renovar el ambiente afirmando que aparte de Willie Colón no hay otra banda con la cual se baile mejor y la situación del bolitero y traficante de marihuana que es perseguido por la jara o la policía encuentran terreno fertil en las composiciones del binomio. “Guisando” es realmente el primer disco de salsa de la pareja. Al margen del decadente boogaloo, en “Guisando”, “No Me Den Candela”, “El Titán”, “Oiga Señor”, “I Wish I Had A Watermelon” (respuesta de Willie al éxito Watermelon Man de Herbie Hancock que grabó Mongo Santamaría) “Te Están Buscando” del pianista Mark Dimond y en “Se Baila Mejor” el binomio se acerca a la guaracha, la guajira, el son, la bomba puertorriqueña, el jazz latino, con fusiones bastante atrevidas e ingeniosas en una etapa en que los arreglistas de bandas pequeñas, como las de Joey Pastrana y Pete Rodríguez, componían de una manera circular y sin riesgos. Con “Guisando” Colón y Lavoe proponen un estilo rebelde, agresivo e irreverente de hacer música Salsa revolucionaria en que se perciben el olor de la basura acumulada en la esquina del ghetto, el aroma arrebatador de la marihuana, los gritos de los niños desnudos en el callejón, los insultos de las putas a los chulos y los anhelos de felicidad de la diáspora boricua discriminada en la Babel de Hierro.

 

Productor – Jerry Masucci --Director De Grabación – Johnny Pacheco Fotografía de la Carátula Original– Marty Topp Diseño de la Carátula Original – Walter Velez Director del Arte Original – Izzy Sanabria Escrito Por Jaime Torres Torres