Emperadores Romanos

Augusto

Trajano

Adriano

Marco Aurelio

Augusto (63 a.C. - 14 d.C., emperador: 27 a.C. - 14 d.C.)

Augusto

General, político y el primer emperador romano. De gran paciencia y habilidad, transformó la vida romana trayendo prosperidad y paz al mundo grecorromano. Su verdadero nombre era Cayo Octavio, el cual cambió tras la muerte de su padre adoptivo, Julio César, primero por Cayo Julio César Octaviano y después por Augusto o César Augusto.

Octavio nació en Roma el 23 de septiembre del año 63 a.C. Hijo de un pretor y de Atia, sobrina de Julio César. Era sobrino nieto de Julio César, a quien sucedió como gobernante del Estado romano. César estaba orgulloso del joven y lo presentó en el Colegio de Pontífices (sacerdocio principal romano) a la edad de dieciséis años. Cuando César fue asesinado en el año 44 a. C., Octavio estaba en Iliria, donde servía en el Ejército; a su regreso a Italia, se enteró de que era el heredero adoptivo de César.

Trajano (30 - 117; emperador: 98 - 117)

Trajano

Trajano fue el primer ciudadano romano de origen provincial (era de Hispania) que accedió al trono imperial. Pronto destacó en la carrera militar tanto en Germania como en Oriente. Renovó el Senado al nombrar senadores procedentes de las provincias orientales y fue eliminando numerosas tareas que fueron conferidas a la burocracia. Llevó a cabo un intenso programa de infraestructuras tanto para el desplazamiento de las tropas como para el comercio, que se vio favorecido. Puentes, calzadas y canales fueron construidos. La política exterior estuvo enfocada hacia la conquista. Convirtió Dacia en provincia romana con lo que el mar Negro quedaba bajo su influencia. La campaña está narrada en los relieves de la famosa Columna de Trajano. Un ataque de parálisis le provocó la muerte en Cilicia.

Adriano (76 - 138; emperador: 117 - 138)

Adriano

Adriano nació en la ciudad bética de Itálica, en el seno de una familia romana. Al quedar huérfano, fue adoptado por el emperador Trajano. Buscó la paz como máximo objetivo.. Uno de sus primeros objetivos sería conocer los problemas de los súbditos imperiales por lo que llevó a cabo una amplia serie de viajes por todos los confines del Imperio, haciéndose eco de las necesidades que le eran presentadas. En el año 134 regresó definitivamente a Roma. Este momento de paz trajo prosperidad económica al imperio. Adriano también se interesó por las reformas administrativas y económicas. En las cercanías de Tívoli edificó una suntuosa villa que recibe el nombre de Villa Adriana donde recogió las reproducciones de las obras de arte que más le impresionaron durante sus viajes. Como sucesor eligió a Antonino Pío.

Marco Aurelio (121 - 180; emperador: 161 - 180)

Marco Aurelio

Miembro de una familia de origen hispánico, Marco Aurelio recibió una esmerada educación interesándose desde joven por la filosofía. Adriano obligó a Antonino Pío a adoptar al joven Marco Aurelio. A la muerte de Antonino Pío, le sucedió. El reinado de Marco Aurelio supuso el inicio de la crisis general que vivirá el Imperio a lo largo del siglo III. Se reclutó un nuevo ejército en el que participaron esclavos y gladiadores. El propio emperador tuvo que aportar sus joyas para sufragar los gastos. Pero el esfuerzo económico dio sus frutos y tras casi seis años de guerra los bárbaros se retiraron. Pocos años después hubo una nueva rebelión de bárbaros en el Danubio. El emperador fallecía en el transcurso de la guerra en Viena. Le sucedió su hijo Cómodo.