MORDEDURAS DE SERPIENTES
[Inicio]
Las serpientes son animales apacibles y poco agresivos; en general huyen
del hombre. Cuando muerden al hombre lo hacen en defensa propia y casi
siempre en su medio ambiente natural, bien porque una persona se interpone
accidentalmente en su camino o porque se las molesta de algún modo.
Sin embargo, las serpientes que viven en cautiverio son responsables de un
número significativo de mordeduras, y entre sus víctimas se cuentan
veterinarios, biólogos, guardas de zoológicos, coleccionistas y
adiestradores.
Las huellas de la mordedura de una serpiente venenosa se caracterizan por
la presencia de pequeños orificios sangrantes y a veces uno sólo; la
distancia entre los dos colmillos nos da la idea de la profundidad a la que
se encuentra el veneno; la profundidad cambia según la serpiente:
Coral 2 - 3 mm., mapaná 1 - 2 cms.
Las huellas de la mordedura de una serpiente no venenosa se caracteriza por
una serie de puntos sangrantes en hilera paralelas y superficiales; no se
presenta inflamación ni dolor.
Las manifestaciones y gravedad del envenenamiento producido por mordedura
de serpientes, depende de:
Edad y tamaño de la víctima.
Condiciones de salud previas.
Especie y tamaño de la serpiente.
Mordedura accidental de animal previamente irritado.
Los estados de los colmillos y glándulas venenosas de las serpientes.
Naturaleza y sitio de la mordedura.
Cantidad de veneno inoculado.
Duración en tiempo entre el accidente y la atención adecuada.
Acción del veneno.
ATENCION GENERAL DE LAS MORDEDURAS
[Inicio]
Antes de iniciar los primeros Auxilios, es necesario identificar el tipo de
serpiente que causó la mordedura, ya que esto ayuda en el tratamiento que se
prestará en el centro asistencial.
Ante una víctima que fue mordida por una serpiente venenosa, siga estas
medidas:
Coloque la víctima en reposo y tranquilícela. Suspéndale toda actividad,
ya que la excitación acelera la circulación, lo que aumenta la absorción del
veneno.
Quite los anillos y todos los objetos que le puedan apretar la parte
afectada.
Si es posible lave el área afectada con abundante agua y jabón, sin
friccionar.
No coloque hielo, ni haga cortes en cruz sobre las marcas de la
mordedura.
Si usted sabe que la víctima no recibirá atención médica especializada
antes de que transcurran 30 minutos, considere el succionarle la herida con
el equipo de succión para animal ponzoñoso.
Si esto no es posible, realice punciones en el área de la mordedura con una
aguja hipodérmica estéril. La profundidad varía de acuerdo con el tipo de y bote
serpiente causante de la lesión, coral 3 mm, mapana 2 cm. Succione el líquido
que extraiga. Repita esta maniobra durante los primeros 30 minutos después
de la mordedura. En su defecto, aplique la succión bucal sobre las marcas
colocando un plástico y succione a través de él durante 30 minutos.

Cubra el área lesionada con gasa o un apósito.
Aplique un vendaje compresivo ancho y apretado, pero no en exceso, de la mano
al hombro o del pie a la ingle; la venda debe quedar lo bastante tensa como para
ocluir las venas superficiales y los vasos linfáticos, pero nunca obstruirá l a
circulación arterial; esta medida evita la circulación del veneno y ofrece un tiempo
de seguridad, hasta conseguir atención médica. No lo suelte. Sea como fuere,
nunca debe soltarse el vendaje hasta tanto no se haya administrado el suero
antiofídico y debe ser aflojado gradualmente en el centro asistencial. Si no
dispone de una venda, es útil inmovilizar el brazo o pierna afectada con una férula
o entablillado.
En accidente ofídico por corales o cascabel, si se presenta parálisis de lengua y
mandíbula, realice hiperextensión del cuello, para abrir las vías respiratorias .
Esté alerta para prevenir el shock.
Transporte la víctima preferiblemente en camilla a un centro asistencial, para
administración del suero antiofídico y el manejo de las complicaciones.