Me dirijo Ud., Sr. Presidente, para aclararle que nunca quise ofender a nadie. Creo que se han malinterpretado mis palabras. Si es que yo me expliqué mal, ruego me perdonen.
A la salida del colegio, dimos un paseo por los jardines del El Retiro. Era una gozada ver La Rosaleda en plena primavera. Jamás había contemplado tantas rosas tan bonitas. Montamos un ratito en barca. Eso nos encantaba a todos.

Fin