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Grado 11
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Fuente: Proyecto Salón Hogar
Las colonias inglesas
En
1607 un grupo de atrevidos colonizadores ingleses construyó una
diminuta aldea en Jamestown, Virginia. Portadores de una cédula del
Rey Jaime I de Inglaterra, fundaron la primera colonia inglesa que
sobrevivió. Una compañía londinense interesada en obtener utilidades
financió la fundación, pero nunca las obtuvo. De los primeros 105
colonos, 73 murieron de hambre y enfermedades en los primeros siete
meses después de su arribo. Pero la colonia con el tiempo creció y
prosperó. Los virginianos descubrieron la forma de ganar dinero con
el cultivo del tabaco, el cual empezaron a enviar a Inglaterra en
1614.
En Nueva Inglaterra,
la región nororiental de lo que hoy es Estados Unidos, los puritanos
ingleses establecieron varias colonias. Estos colonizadores pensaban
que la Iglesia de Inglaterra había adoptado demasiadas prácticas del
catolicismo, y llegaron a América huyendo de la persecución en
tierras inglesas y con la intención de fundar una colonia basada en
sus propios ideales religiosos. Un grupo de puritanos, conocidos
como los peregrinos, cruzaron el Atlántico en un barco
llamado Mayflower y se establecieron en Plymouth,
Massachusetts, en 1620. Una colonia puritana mucho más grande se
estableció en el área de Boston en 1630. Para 1635, algunos
colonizadores ya estaban emigrando a la cercana Connecticut.
Llegó toda clase de
gente: aventureros, maleantes, fervorosos creyentes, constructores,
soñadores. América les prometía, como dijo el poeta Robert Frost,
un nuevo comienzo para la raza humana. Desde entonces, los
estadounidenses han considerado a su país como un gran experimento,
un modelo valioso para otras naciones. Nueva Inglaterra también
estableció otra tradición: un rasgo de moralismo frecuentemente
intolerante. Los puritanos creían que los gobiernos debían hacer
cumplir la moralidad de Dios. Castigaban severamente a los bebedores,
los adúlteros, los violadores del Séptimo Día, y los herejes. En las
colonias puritanas el derecho de voto se limitaba a los miembros de
la iglesia, y los salarios de los ministros se pagaban de los
impuestos.
Roger Williams, un
puritano que no estaba de acuerdo con las decisiones de la comunidad,
sostuvo que el estado no debía intervenir en cuestiones religiosas.
Obligado a salir de Massachusetts en 1635, fundó la vecina colonia
de Rhode Island, la cual garantizaba libertad religiosa y la
separacidn del estado y la iglesia. Las colonias de Maryland,
establecida en 1634 como refugio para católicos, y Pennsylvania,
fundada en 1681 por el dirigente cuáquero William Penn, también se
caracterizaron por su tolerancia religiosa. Esta tolerancia, a su
vez, atrajo a otros grupos de colonizadores al Nuevo Mundo.
Con el paso del
tiempo, las colonias británicas de América del Norte fueron ocupadas
también por muchos grupos de origen no británico. Agricultores
alemanes se establecieron en Pennsylvania, los suecos fundaron la
colonia de Delaware y los primeros esclavos africanos llegaron a
Virginia en 1619. En 1626, colonizadores holandeses compraron la
isla de Manhattan a los jefes indígenas de la región y erigieron la
ciudad de New Amsterdam; en 1664, esta colonia fue tomada por los
ingleses y rebautizada con el nombre de New York.
La época colonial
Para el visitante
extranjero, Estados Unidos siempre ha dado la impresión de ser no
una cultura sino una mezcla de diferentes culturas. En la época
colonial, esta mezcla de tradiciones contrastantes ya estaba tomando
forma. El estrecho idealismo de Massachusetts coexistia con uno más
tolerante de Rhode Island, la diversidad étnica de Pennsylvania y la
práctica agricultura comercial de Virginia. La mayoría de los
colonos trabajaba en granjas pequeñas. En las colonias sureñas de
Virginia, Carolina dei Norte y Carolina del Sur, los terratenientes
crearon extensos plantíos de tabaco y arroz en las fértiles cuencas
ribereñas. Estos plantíos eran trabajados por negros bajo el sistema
de esclavitud (que se había desarrollado lentamente desde 1619) o
por ingleses libres que convenían en trabajar sin pago durante
varios años a cambio de su travesía a América.
Para 1770 ya habían
surgido varios centros urbanos pequeños pero en proceso de expansión,
y cada uno de ellos contaba con periódicos, tiendas, comerciantes y
artesanos. Philadelphia, con 28.000 habitantes, era la ciudad más
grande, seguida por New York, Boston, y Charleston. A diferencia de
la mayor parte de las demás naciones, Estados Unidos jamás tuvo una
aristocracia feudal. En la era colonial la tierra era abundante y la
mano de obra escasa, y todo hombre libre tenía la oportunidad de
alcanzar, si no la prosperidad, al menos la independencia económica.
Todas las colonias
compartían la tradición del gobiemo representativo. El monarca
inglés nombraba a muchos de los gobernadores coloniales, pero todos
ellos debían gobernar conjuntamente con una asamblea elegida. El
voto estaba restringido a los terratenientes varones blancos, pero
la mayorfa de los hombres blancos tenía propiedades suficientes para
votar. Inglaterra no podía ejercer un control directo sobre sus
colonias norteamericanas. Londres estaba demasiado lejos, y los
colonos tenían un espíritu muy independiente.
Para 1733, los
ingleses habían ocupado 13 colonias a lo largo de la costa del
Atlántico, desde New Hampshire en el norte hasta Georgia en el sur.
Los franceses controlaban Canadá y Louisiana, que comprendían toda
la vertiente del Mississippi: un imperio vasto con pocos habitantes.
Entre 1689 y 1815, Francia y la Gran Bretaña sostuvieron varias
guerras, y América del Norte se vio envuelta en cada una de ellas.
En 1756 Francia e Inglaterra estaban enfrascadas en la Guerra de los
Siete Años, conocida en Estados Unidos como la Guerra Francesa e
Indígena. El primer ministro británico, William Pitt, invirtió
soldados y dinero en América del Norte y ganó un imperio. Las
fuerzas británicas tomaron las plazas fuertes canadienses de
Louisburg (1758), Quebec (1759) y Montreal (1760). La Paz de Paris,
firmada en 1763, dio a la Gran Bretaña derechos sobre Canadá y toda
América del Norte al este del Río Mississippi.
La victoria de
Inglaterra condujo directamente a un conflicto con sus colonias
norteamericanas. Para evitar que pelearan con los nativos de la
región, llamados indios por los europeos, una proclama real
negó a los colonos el derecho de establecerse al oeste de los Montes
Apalaches. El gobierno británico empezó a castigar a los
contrabandistas e impuso nuevos gravámenes al azúcar, el café, los
textiles y otros bienes importados. La Ley de Alojamiento obligó a
las colonias a alojar y alimentar a los soldados británicos; y con
la aprobación de la Ley de Estampillas, debían adherirse estampillas
fiscales especiales a todos los periódicos, folletos, documentos
legales y licencias.
Estas medidas
parecieron muy justas a los políticos británicos, que habían gastado
fuertes sumas de dinero para defender a sus colonias norteamericanas
durante y después de la Guerra Francesa e Indígena. Seguramente su
razonamiento era que los colonos debían sufragar parte de esos
gastos. Pero los colonos temían que los nuevos impuestos
dificultaran el comercio, y que las tropas británicas estacionadas
en las colonias pudieran ser usadas para aplastar las libertades
civiles que los colonos habían disfrutado hasta entonces.
En general, estos
temores eran infundados, pero fueron los precursores de lo que han
llegado a ser tradiciones profundamente arraigadas en la política
estadounidense. Los ciudadanos desconfían del "gobierno poderoso";
después de todo, millones de inmigrantes llegaron a este país para
escapar de la represión política. Asimismo, los ciudadanos siempre
han insistido en ejercer cierto control sobre el sistema tributario
que sostiene a su gobierno. Hablando como ingleses nacidos en
libertad, los colonos insistieron en que sólo sus propias asambleas
coloniales podían gravarlos. No
admitiremos tributación sin representación era su grito de
batalla.
En 1765,
representantes de nueve colonias se reunieron como "Congreso sobre
la Ley de Estampillas" y protestaron contra el nuevo impuesto. Los
comerciantes se negaron a vender productos británicos, los
distribuidores de estampillas se vieron amenazados por la
muchedumbre enardecida y la mayoría de los colonos sencillamente se
negó a comprar las mencionadas estampillas. El parlamento británico
se vio forzado a revocar la Ley de Estampillas, pero hizo cumplir la
Ley de Alojamiento, decretó impuestos al té y a otros productos y
envió funcionarios aduaneros a Boston a cobrar esos aranceles. De
nuevo los colonos optaron por desobedecer, así que se enviaron
soldados británicos a Boston.
Las tensiones se
aliviaron cuando Lord North, el nuevo ministro de hacienda británico,
eliminó todos los nuevos impuestos salvo el del té. En 1773, un
grupo de patriotas respondi6 a dicho impuesto escenificando la
Fiesta del Té de Boston: disfrazados de indígenas, abordaron
buques mercantes británicos y arrojaron al agua, en el puerto de
Boston, 342 huacales de té. El parlamento promulgó entonces las "Leyes
Intolerables": la independencia del gobierno colonial de
Massachusetts fue drásticamente restringida y se enviaron más
soldados británicos al puerto de Boston, que ya estaba cerrado a los
buques mercantes. En septiembre de 1774 tuvo lugar en Philadelphia
el Primer Congreso Continental, reunión de líderes coloniales que se
oponían a lo que percibían como opresión británica en las colonias.
Estos líderes instaron a los colonos a desobedecer las Leyes
Intolerables y a boicotear el comercio británico. Los colonos
empezaron a organizar milicias y a almacenar armas y municiones.
La revolución
Dígase a un
estadounidense "1776" ó "4 de julio", e inmediatamente cualquiera de
estas fechas le traerá a la memoria la Declaración de Independencia,
cuando las 13 colonias originales se separaron de Inglaterra. El 19
de abril de 1775, 700 soldados ingleses salieron de Boston para
impedir la rebelión de los colonos mediante la toma de un depósito
de armas de estos últimos en la vecina ciudad de Concord. En el
poblado de Lexington se enfrentaron a 70 milicianos. Alguien, nadie
sabe quién, abrió fuego, y la guerra de independencia comenzó. Los
ingleses fácilmente se tomaron a Lexington y Concord, pero a su
regreso hacia Boston fueron hostilizados por cientos de voluntarios
de Massachusetts. Para junio, 10.000 soldados coloniales habían
sitiado Boston, y los británicos se vieron forzados a evacuar la
ciudad en marzo de 1776.
En mayo de 1775, un
Segundo Congreso Continental se reunió en Philadelphia y empezó a
asumir las funciones de gobierno nacional. Creó un ejército y una
marina continentales bajo el mando de George Washington, un
hacendado virginiano y veterano de la Guerra Francesa e Indígena. Se
imprimió papel moneda y se iniciaron relaciones diplomáticas con
potencias extranjeras. El 2 de julio de 1776, el Congreso finalmente
resolvió : Que estas Colonias Unidas son, y por derecho deben
ser, estados libres y soberanos. Thomas Jefferson, con la ayuda
de otros de Virginia, redactó una Declaración de Independencia, que
el Congreso aceptó el 4 de julio de 1776
La declaración
presentó una defensa pública de la Guerra de Independencia incluida
una larga lista de quejas contra el soberano inglés Jorge III. Pero
sobre todo, explicó la filosofía que sustentaba a la independencia,
proclamando que todos los hombres nacen iguales, y poseen
ciertos derechos inalienables, entre ellos la vida, la libertad y la
búsqueda de la felicidad; que los gobiernos pueden gobernar
sólo con el consentimiento de los gobernados; que
cualquier gobierno puede ser disuelto cuando deja de proteger los
derechos del pueblo. Esta teoría política tuvo su origen en el
filósofo inglés John Locke, y ocupa un lugar prominente en la
tradición política anglosajona.
Al principio, la
guerra fue desfavorable para los colonos. Los británicos se tomaron
a la ciudad de New York en septiembre de 1776, y a Philadelphia un
año después. Las cosas empezaron a cambiar en octubre de 1777 cuando
un ejército británico bajo el mando del General John Burgoyne se
rindió en Saratoga, en el norte del estado de New York. Alentada por
esa victoria, Francia aprovechó la oportunidad de humillar a la Gran
Bretaña, su enemiga tradicional. En febrero de 1778 se firmó una
alianza franco-americana. Pese a sus escasas provisiones y limitado
adiestramiento, las tropas coloniales pelearon bien en general, pero
podrían haber perdido la guerra si no hubieran recibido ayuda del
erario francés y de la poderosa marina francesa.
Después de 1778, la
lucha se trasladó en gran medida al sur. En 1781, 8.000 tropas
británicas al mando del General George Cornwallis fueron rodeadas en
Yorktown, Virginia, por una flota francesa y un ejército combinado
franco-americano al mando de George Washington. Cornwallis se rindió,
y poco después el gobierno británico propuso la paz. El Tratado de
Paris, firmado en septiembre de 1783, reconoció la independencia de
Estados Unidosde América y otorgó a la nueva nación todo el
territorio al norte de Florida, al sur del Canadá y al este del Río
Mississippi.
La creación de una constitución
Las 13 colonias
eran ya estados libres y soberanos, pero aún no una nación
unida. Desde 1781 habían estado gobernadas por los Artículos de la
Confederación, una constitución que establecía un gobierno central
muy débil. El pueblo acababa de rebelarse contra un parlamento en la
distante Londres, y no quería remplazarlo con una autoridad central
tiránica en su propio país. De acuerdo con los Artículos de la
Confederación, el Congreso, compuesto por representantes del pueblo,
no podía dictar leyes ni elevar impuestos. No había poder judicial
federal ni poder ejecutivo permanente. Cada estado en lo individual
era casi independiente: podía incluso establecer sus propias
barreras fiscales.
En mayo de 1787 se
reunió una convención en Philadelphia con instrucciones de revisar
los Artículos de la Confederación. Los delegados, entre quienes
estaban George Washington, Benjamin Franklin y James Madison,
rebasaron su encargo y redactaron una constitución nueva y más
viable, la cual estableció un gobierno federal más poderoso y con
facultades para cobrar impuestos, conducir la diplomacia, mantener
fuerzas armadas, y reglamentar el comercio exterior y entre los
estados. Dispuso la creación de una Corte Suprema y tribunales
federales menores, y dio el poder ejecutivo a un presidente electo.
Lo que es más importante, estableció el principio de un "equilibrio
de poder" entre las tres ramas del gobierno: los poderes ejecutivo,
legislativo y judicial. Este principio le otorgó a cada rama medios
propios para contrarrestar y equilibrar las actividades de las demás,
garantizando así que ninguna de ellas pudiera ejercer autoridad
dictatorial sobre las operaciones del gobierno.
La constitución fue
aceptada en 1788, pero sólo después de muchas amargas discusiones.
Muchos colonos temían que un gobiemo central poderoso aplastara las
libertades del pueblo, y en 1791 se agregaron a la constitución 10
enmiendas: la Declaración de Derechos. Este documento garantizó la
libertad de culto, de prensa, de palabra, el derecho de los
ciudadanos a porter armas, la protección contra cateos ilegales, el
derecho a un juicio justo por un jurado, y la protección contra "castigos
crueles e inusuales". Es la más antigua constitución escrita del
mundo, perdurable por tratarse de un documento general que se puede
interpretar de conformidad con los cambios de la época. O bien se
puede enmendar, como ya se ha hecho en 27 ocasiones.
La Constitución
dejó establecida una forma de gobierno federal con facultades
divididas entre los gobiernos federal y estatales. Al gobierno
federal corresponden todos los asuntos que afectan a la nación en
general. De este modo, la Constitución y la Declaración lograron un
equilibrio entre dos aspectos fundamentales pero contradictorios de
la política: la necesidad de una autoridad central eficiente y
fuerte y la necesidad de garantizar libertades individuales. Los
primeros dos partidos políticos de Estados Unidos reflejaron esta
división ideológica. Los Federalistas estaban a f:avor de un
presidente fuerte y un gobierno central; los Republicanos Demócratas
defendían los derechos de los estados en lo individual, porque ésto
parecía garantizar mayor control y responsabilidad "locales". Este
partido tenía las simpatías de los pequeños agricultores; el Partido
Federalista era el favorito de las clases prósperas, y desaparecería
en 1820.
Una nación nueva
El Distrito de
Columbia (DC), que está rodeado por los estados de Maryland y
Virginia, fue designado en la década de 1790 como la sede de la
capital de la nación. Fue bautizada con el nombre de Washington en
honor del primer presidente. En Washington, DC, quedó establecida la
sede de las tres ramas del gobierno federal: la legislativa, la
ejecutiva y la judicial. La rama legislativa la constituyen el
Congreso, compuesto por dos cámaras, las cuales se reunen en el
Capitolio. La Cámara de Representantes se compone de miembros que se
eligen en cada estado en proporción con su población. El Senado está
compuesto por dos miembros que elige cada estado. El poder ejecutivo
está compuesto por el Presidente quien, con ayuda de su Gabinete, se
encarga de administrar la ley. El Presidente es elegido por todo el
pueblo y habita en la Casa Blanca. La rama judicial esta compuesta
por nueve magistrados de la Corte Suprema, a quienes incumbe la
decisión final en lo que se refiere a la determinación de si una ley
está conforme con el espíritu de la Constitución. Así pues, el
Congreso elabora las leyes, el Presidente las pone en vigor y la
Corte Suprema las interpreta.
Entre las
atribuciones del gobierno federal están las de acuñar monedas,
imponer tributos al pueblo, mantener un ejército, una armada y una
fuerza aérea para defender a la nación y dirigir sus relaciones
exteriores. Además, a través de los tribunales federales el gobierno
tiene autoridad sobre las personas en casos relacionados con la
interpretación de la Constitución o de las leyes y tratados
elaborados al amparo de la misma.
Los gobiernos
estatales conservan el poder exclusivo en lo que se refiere a todo
asunto local. Tienen su gobernador, sus asambleas legislativas y
tribunales propios. Promulgan las leyes relacionadas con la salud,
la educación, los impuestos locales y muchas otras cuestiones de
importancia.
Como primer
presidente de Estados Unidos, George Washington gobernó con un
estilo federalista. Cuando los agricultores de Pennsylvania se
negaron a pagar un impuesto federal sobre el licor, Washington
movilizó a un ejército de 15.000 hombres pare sofocar la
Rebelión del Whiskey. Con Alexander Hamilton al frente de la
Secretaría de Hacienda, el gobierno federal se hizo cargo de las
deudas de cada estado y creó una banca nacional. Estas medidas
fiscales fueron concebidas pare alentar la inversión y persuadir a
la iniciativa privada a que apoyara al nuevo gobierno.
En 1797, Washington
fue sucedido por otro federalista, John Adams, quien se vio envuelto
en una guerra naval no declarada contra Francia. En una atmósfera de
histeria bélica, el Congreso, controlado por los federalistas,
aprobó en 1798 las Leyes sobre Extranjeros y Sedición. Estas medidas
permitieron la deportación o arresto de extranjeros "peligrosos", y
prescribieron multas o prisión por publicar ataques "falsos,
escandalosos y maliciosos" contra el gobierno. Diez editores
republicanos fueron condenados conforme a la Ley de Sedición, la
cual fue acremente denunciada por el abogado virginiano y principal
autor de la Declaración de Independencia, Thomas Jefferson.
La represión a que
dieron lugar las Leyes sobre Extranjeros y Sedición terminó en 1801,
cuando Thomas Jefferson fue elegido presidente. Como Republicano,
Jefferson fue un jefe del ejecutivo informal y accesible. Aunque
quiso limitar el poder del presidente, la realidad política lo
obligó a ejercer ese poder vigorosamente. En 1803 compró a Francia
el inmenso territorio de Louisiana por US$15 millones: en adelante
Estados Unidos se extendería hacia el oeste hasta las Montañas
Rocosas. Cuando piratas norafricanos atacaron barcos estadounidenses,
Jefferson envió una expedición naval en contra del estado de Trípoli.
Mientras tanto, la
Corte Suprema, bajo su presidente John Marshall, afimmaba su propia
autoridad. En el caso de Marbury vs. Madison, que se ventiló en
1803, Marshall afimmó que la corte declararía nulo cualquier acto
del Congreso "contrario a la Constitución". Esa disposición
estableció la idea más fundamental del derecho constitucional de
Estados Unidos: la Corte Suprema toma la decisión final en la
interpretación de la Constitución y, si los jueces determinan que
una ley es inconstitucional, pueden declararla nula aunque haya sido
promulgada por el Congreso y firmada por el presidente.
Durante las guerras
napoleónicas, barcos de guerra británicos y franceses hostilizaron a
buques de Estados Unidos. Jefferson respondió prohibiendo las
exportaciones estadounidenses a Europa, pero los comerciantes de la
región de Nueva lnglaterra protestaron porque su comercio se
arruinaría por el embargo, el cual fue derogado por el Congreso en
1809. Sin embargo, en 1812 el Presidente James Madison le declaró la
guerra a la Gran Bretaña por este asunto.
Durante la Guerra
de 1812, los barcos de guerra estadounidenses tuvieron algunas
victorias impresionantes, pero la marina inglesa, inmensamente
superior, bloqueó los puertos de Estados Unidos. Los intentos por
invadir al Canadá británico terminaron en catástrofe, y las fuerzas
inglesas se tomaron y quemaron Washington, la nueva ciudad capital
de la nación. Inglaterra y Estados Unidos convinieron en una paz
pactada en diciembre de 1814; ningunade las partes obtuvo
concesiones de la otra. Dos semanas después, el General Andrew
Jackson detuvo un asalto británico a New Orleans. La noticia del
tratado de paz aún no llegaba a oídos de los soldados.
Después de la
guerra, Estados Unidos gozó de un período de rápida expansión
económica. Se construyó una red nacional de carreteras y canales,
buques de vapor surcaban los ríos, y el primer ferrocarril de vapor
se inauguró en Baltimore, Maryland, en 1830. La Revolución
Industrial había llegado a Estados Unidos: la región de Nueva
Inglaterra contaba con fábricas de textiles y Pennsylvania con
fundiciones de hierro. Para la década de 1850 había fábricas que
producían artículos de hule, máquinas de coser, zapatos, ropa,
equipos agrícolas, pistolas y relojes.
Las tierras
colonizadas crecieron hacia el oeste, más allá del Río Mississippi.
En 1828 Andrew Jackson fue elegido presidente: el primer hombre en
ocupar este cargo quien haya nacido en el seno de una familia pobre
y en el oeste de Estados Unidos, lejos de las tradiciones culturales
del litoral del Atlántico. Jackson y su nuevo Partido Demócrata,
herederos de los Republicanos de Jefferson, promovieron un credo de
democracia popular y atrajeron a los miembros humildes de la
sociedad: los agricultores, los mecánicos y los obreros. Jackson
destruyó el poder del Banco de Estados Unidos, que había dominado la
economía de la nación. Premió con empleos gubernamentales a sus
partidarios sin experiencia pero de probada lealtad. Puso tierras a
disposición de los colonizadores del oeste, obligando a las tribus
indígenas a emigrar al oeste del Río Mississippi.
Lección 3
Introducción
Desde 1620 y
por 150 años, la mayoría de las personas que vivían en las Trece
Colonias se consideraban leales súbditos de la Corona Inglesa. Para el
1770, la situación cambia. Las ideas liberales del movimiento de la
Ilustración en Europa había influido en muchos colonos. Frente a varias
situaciones que los colonos entendieron como injusticias, intentaron
defender sus derechos como ingleses. Ante las negativas de la Corona a
responder como los colonos deseaban, estos últimos toman decisiones:
optan por declarar la independencia y pronto se desarrolla una guerra
por la independencia de las colonias.
La nueva
nación, la primera en América en independizarse y por ende la
República de los Estados Unidos de América, ha tenido hasta hoy un
fuerte impacto en la historia de la humanidad.
En esta lección,
estudiaremos el periodo comprendido desde la Guerra de Independencia de
las Trece Colonias hasta el surgimiento de los Estados Unidos como
nación.
Objetivos
Al finalizar la
lección, el estudiante podrá:
-
analizar
las causas y efectos de la Guerra de Independencia o Revolución
Americana en la formación de la nación americana y su relación con
el resto del mundo.
-
organizar e
interpretar el proceso de la lucha por la independencia de las Trece
Colonias.
-
evaluar
cómo fortalecieron la democracia en los Estados Unidos de América
los siguientes documentos:
-
Declaración de Independencia
-
Artículos de la Confederación
-
Constitución de los Estados Unidos de América
3.1 La
independencia de los Estados Unidos
La independencia de las colonias inglesas en Norteamérica y el
nacimiento de los Estados Unidos es uno de los acontecimientos
históricos más relevantes del siglo XVIII. La Constitución
estadounidense, promulgada el 17 de septiembre de 1787, se convirtió en
la primera Carta Constitucional escrita que regulaba la forma de
gobierno de un país. Al poner énfasis en los derechos del individuo y al
otorgar la soberanía al conjunto de los ciudadanos y no a un monarca,
sentó las bases de la legalidad moderna.
Éste fue uno de los motivos que propició que la independencia de Estados
Unidos se convirtiese en un símbolo de la lucha por la libertad de los
pueblos y pasase a ser un punto de referencia para movimientos
insurgentes posteriores, entre los que se contó la Revolución Francesa.
De la misma manera, la independencia de Estados Unidos demostró que era
posible que los territorios colonizados se liberasen del yugo europeo.
La nación norteamericana fue un punto de referencia para muchos líderes
de América Latina. Tras alcanzar su independencia, muchas de las
antiguas colonias españolas se inspiraron en la organización política de
Estados Unidos para construir sus Estados. Un ejemplo claro es el de
México, nación que, cuando menos nominalmente, adoptó una estructura
federal semejante a la de su vecino del norte.
Orígenes de la revolución
Las causas de la revolución norteamericana fueron económicas, políticas,
religiosas e intelectuales. Había un conflicto de intereses que con el
transcurrir del tiempo se agravaban entre Nueva Inglaterra y Londres:
el comercio monopolizado con las Antillas y la asignación de los
impuestos fiscales, pues el Parlamento Británico fijaba cada vez más
onerosos tributos.
El sentimiento favorable hacia la independencia fue fomentado
también por el fuerte individualismo de los puritanos que tomaron
parte activa en la fundación y desarrollo de las colonias inglesas
en este continente. El 4 de julio de 1776, trece estados
(colonias), reunidos en congreso, se constituyen en un país
independiente y promulgan la primera Constitución democrática de
América. Su declaración de principios, Carta de los Derechos
del Hombre, fue redactada por Thomas Jefferson. Ésta dice en sus partes principales:
«Consideramos como evidentes las siguientes verdades:
Que todos los hombres han sido creados iguales;
Que han sido provistos por su Creador de ciertos derechos intangibles;
Que entre ellos se cuentan la vida, la libertad y la aspiración a la
felicidad;
Que para garantía de estos derechos se han establecido entre los hombres
gobiernos que derivan su legítimo poder del asentimiento de los
gobernados y que cuando alguna forma de gobierno llega a ser
perjudicial para estos fines, es derecho del pueblo modificarla o
suprimirla, e instituir un nuevo gobierno, estableciendo sus bases sobre
tales principios, y organizando sus poderes en la forma que parezca más
adecuada para garantizar su seguridad y felicidad…»
Tarea 3.1- Instrucciones.
Observa la caricatura a continuación y contesta: (valor- 30 puntos)
1.
¿Qué objetos, personas o símbolos usa el artista?
2.
¿Cuáles son los elementos exagerados en ellos?
3.
¿Cuál es la situación presentada en la caricatura?
4.
En tu opinión, ¿cuál es la idea principal de la caricatura?
5.
¿Qué título le pondrías a esta caricatura?
Caricatura- Tarea 3.1
3.2 Fuentes ideológicas de la revolución
Las principales fuentes fueron dos: El Liberalismo democrático inglés,
especialmente de John Locke y David Hume y los hombres de la
Ilustración francesa.
El pensamiento político de los revolucionarios norteamericanos se
caracterizó especialmente por su practicismo.
En el aspecto teórico, usaron lo ya elaborado en Inglaterra y Francia,
pero al redactar su Constitución y estructurar los poderes del nuevo
Estado, crearon un nuevo tipo de gobierno, que ejercería poderosísima
influencia en todas las naciones del viejo continente. En efecto, la
Constitución norteamericana es la primera constitución democrática
escrita.
Las principales figuras de esta ideología son Thomas Paine y Thomas
Jefferson, quienes serán parte de una futura entrega.
Tarea 3.2 - Instrucciones. Analiza la siguiente cita y determina si aplica a la Revolución
Americana o no:
“Las rebeliones se hacen contra los abusos de poder mientras que las
revoluciones son dirigidas contras los usos de un sistema de gobierno.
Un régimen tiránico puede ser devorado por un pueblo en rebeldía, cuando
ha abusado de sus poderes. Pero cuando el movimiento se dirige contra
las instituciones que usan el poder en forma determinada, se tiene una
revolución”.
José Ortega y Gasset
¿Crees que la cita anterior aplica a la revolución de independencia de
las Trece Colonias?. Identifica y marca con una X aquellos valores
relacionados o que formaron parte de este movimiento político de la
sociedad de las colonias.
La cita de Ortega Y Gasset ____ (sí) /____ (no) aplica a lucha de
independencia de las colonias por…
(Valor 10 puntos)
3.3 Formación
del gobierno de Estados Unidos
La formación de
un gobierno nacional fue el histórico Salón de la Independencia, en
Filadelfia, donde los delegados firmaron la Constitución en el verano de
1787. Las 13 colonias norteamericanas se convirtieron en los 13 Estados
Unidos de América en 1783, después de su guerra para independizarse de
Gran Bretaña. Antes del final de esa guerra, ratificaron un marco de
trabajo para sus esfuerzos colectivos. Esos Artículos de la
Confederación permitieron crear una unión, pero ésta era extremadamente
informal y frágil. George Washington la llamó “una cuerda de arena”. No
había moneda común en virtud de que cada estado acuñaba todavía la suya.
Tampoco existía una fuerza militar nacional, pues muchos estados seguían
teniendo sus propios ejércitos y armadas.
Había poco control
centralizado sobre la política exterior; los estados negociaban
directamente con otros países y tampoco tenían un sistema nacional para
establecer y recolectar impuestos. Las disputas entre Maryland y
Virginia por los derechos de navegación en el río Potomac, que era su
frontera común, dieron lugar a una conferencia de cinco estados en Annápolis, Maryland, en 1786. Alexander Hamilton, un delegado de
Nueva York, dijo que esos problemas comerciales eran parte de
cuestiones económicas y políticas más amplias. Añadió que lo que se
necesitaba era un replanteamiento de la Confederación. Él y los
demás delegados propusieron organizar una convención con ese
propósito. El apoyo de Washington, que era sin duda el hombre que
inspiraba más confianza en Estados Unidos, los ayudó a imponerse
sobre quienes pensaban que esa idea era demasiado audaz. La reunión
realizada en Filadelfia en mayo de 1787 fue notable. Los 55
delegados elegidos para la convención tenían experiencia en el
gobierno colonial y estatal. Ellos conocían bien la historia, la ley
y la teoría política. Eran jóvenes en su mayoría, aunque en el grupo
estaba también el veterano Benjamin Franklin, quien se acercaba al
final de una extraordinaria carrera de servicio público y logros
científicos.
Dos estadounidenses notables no estaban allí: Thomas
Jefferson había ido a París como embajador de Estados Unidos en
Francia y John Adams estaba en Londres como embajador en Gran Bretaña. El
Congreso Continental había autorizado a la convención para que enmendara
los Artículos de la Confederación. En lugar de eso, los delegados
descartaron los Artículos por considerar que no eran adecuados para las
necesidades de la nueva nación e idearon una nueva forma de gobierno
basada en la separación de los poderes legislativo, ejecutivo y
judicial. La reunión se había convertido en una convención
constitucional. Original de la Constitución de Estados Unidos firmada
por los delegados en Filadelfia el 17 de septiembre de 1787. Llegar a
un consenso en algunos de los detalles de una nueva constitución sería
en extremo difícil. Muchos delegados abogaban por un gobierno nacional
fuerte que limitara los derechos de los estados. Otros argumentaban en
forma igualmente convincente a favor de un gobierno nacional débil que
preservara la autoridad estatal.
Algunos delegados temían que los
estadounidenses no fueran capaces de gobernarse por sí mismos y, por lo
tanto, se oponían a las elecciones populares de cualquier tipo. Otros
pensaban que el gobierno nacional debía tener una base popular de la
mayor amplitud posible. Los representantes de estados pequeños insistían
en una representación igualitaria en la Legislatura nacional. Los de
estados grandes creían que ellos merecían tener más influencia. Los
representantes de estados donde la esclavitud era ilegal esperaban que
ésta fuera proscrita. Los que venían de estados esclavistas rechazaban
cualquier intento a ese respecto. Algunos delegados querían limitar el
número de los estados de la Unión. Otros pedían que se otorgara la
condición de estado a las tierras recién colonizadas en el oeste. Cada
cuestión suscitó nuevas divisiones y cada una fue resuelta por medio de
un compromiso. El texto de la Constitución no era un documento largo.
Sin embargo, sirvió de marco general para establecer el gobierno más
complejo creado hasta entonces. El gobierno nacional tendría plenas
facultades para emitir moneda, recaudar impuestos, otorgar patentes,
conducir la política exterior, mantener un ejército, establecer oficinas
de correos y declarar la guerra. Además, tendría tres ramas iguales –un
congreso, un presidente y un sistema de tribunales– con facultades
equilibradas y contrapesos para que todas controlaran sus acciones en
forma recíproca.
Los intereses económicos influyeron en el curso del
debate en torno al documento, pero lo mismo se puede decir de los
intereses estatales, sectoriales e ideológicos. Otro factor importante
fue el idealismo de los hombres que lo redactaron. Ellos estaban
convencidos de que habían ideado un gobierno que promovería la libertad
individual y la virtud pública. El 17 de septiembre de 1787, al cabo de
cuatro meses de deliberaciones, la mayoría de los delegados firmaron la
nueva Constitución. Acordaron que ésta se convertiría en la ley suprema
de la nación cuando nueve de los 13 estados la hubieran ratificado. El
proceso de ratificación se prolongó cerca de un año. Los opositores
expresaban su temor de que un gobierno central fuerte llegara a ser
tiránico y opresivo. Los partidarios respondían que el sistema de frenos
y contrapesos impediría que eso ocurriera. El debate hizo que surgieran
dos facciones: los federalistas que deseaban un gobierno central fuerte
y apoyaban la Constitución y los antifederalistas que proponían una
asociación informal de estados y se oponían a la Constitución.
Aún
después de que la Constitución fue ratificada, muchos estadounidenses
sentían que carecía de un elemento esencial pues, a su juicio, no
especificaba los derechos de los individuos. Cuando el primer Congreso
se reunió en la ciudad de Nueva York en septiembre de 1789, los
legisladores accedieron a agregar las disposiciones en cuestión.
Tuvieron que pasar otros dos años antes de que esas 10 enmiendas
–conocidas en conjunto como la Carta de Derechos– fueran incorporadas a
la Constitución. La primera de las diez (10) enmiendas garantiza la
libertad de expresión, de prensa y de religión; el derecho de protestar,
reunirse pacíficamente y exigir cambios. La cuarta protege contra los
registros y arrestos sin causa razonable. La quinta dispone el debido
proceso judicial en todos los casos penales. La sexta garantiza el
derecho a un juicio imparcial y expedito. Y la octava protege contra los
castigos crueles e inusuales. Desde que la Carta de Derechos fue
adoptada, hace más de 200 años, sólo 17 enmiendas más han sido agregadas
a la Constitución.
Éste es un resumen de la Constitución de Estados Unidos de América. Te
servirá para conocer los fundamentos del gobierno democrático del país.
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Tarea 3.3 - Instrucciones.
Completa el siguiente crucigrama, siguiendo cada una de las pistas. El
vocabulario que utilizarás está basado en la lectura anterior. Tus
respuestas deben estar basadas en la interpretación del vocabulario
según la lectura. (Valor- 20 puntos)
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