Si se han escrito tantos versos y canciones en honor a una boca
inolvidable, debe ser por algo. Aprenda cómo evitar las feas manchas, arrugas y resequedades.

Por Elisa Sicouret • Fotos: César Anchundia.• Producción Fotográfica: Gianna Ode.

Se ha puesto a pensar cuántas funciones cumplen los labios? Sirven para reír, hablar, silbar, comer, y por supuesto, besar. Con tantas tareas que realizar, es natural que en algún momento sufran desgastes y den manifestaciones de cansancio, como ocurriría con cualquier otra parte del cuerpo humano. Es por eso que cuando ya no pueden más, su descarga viene en la forma de resequedades, manchas y, finalmente, las siempre temibles arrugas.
Estos síntomas aparecen principalmente porque los labios tienen una piel muy especial, totalmente diferente a la del resto del cuerpo, según explica la maquilladora guayaquileña Alicia Arcentales de Torres. “No tienen melanina, por lo que están desprotegidos del sol y los daños que éste causa, y no poseeen glándulas sudoríparas ni sebáceas, lo que hace que se agrieten con facilidad. Es una piel extremadamente fina, tanto, que los capilares se transparentan. Por eso es que normalmente tienen un color sonrosado, se emblanquecen cuando no les llega sangre, o se ponen morados cuando la sangre no circula bien”.

Principales enemigos
Alicia Arcentales refiere que la práctica de pintarse los labios existe desde 3.000 años antes de Cristo, cuando las mujeres se coloreaban la boca con un polvo rojo de ocre que obtenían de la arcilla. Pero para llegar a la barra que conocemos hoy en día hubo que esperar hasta 1915, cuando en los Estados Unidos apareció por primera vez en esa presentación.
Actualmente, cerca del 81% de las mujeres en todo el mundo utiliza lápices de labios. Vienen en diferentes tonos, texturas y formas; pero la experta advierte que hay que tener cuidado con los de tonalidades marrones, puesto que “para dar con esa gama de colores es necesario emplear los pigmentos del zinc, uno de los principales agentes que provocan la descamacion labial”.
Que esta información no la asuste: el carmín, ese aliado que nos ha acompañado desde que el mundo es mundo, no es la principal amenaza para la piel de la boca. Lo que más maltrata esta zona es el frío, el viento, el calor extremo o los ambientes demasiado secos. “La exposicion a esos factores hace que el colágeno se vaya perdiendo y las líneas verticales de los labios vayan creciendo, incluso hasta debajo de la nariz”, indica Alicia Arcentales
Otro archienemigo es el cigarrillo, asegura la especialista. “Fumar favorece la aparición de las típicas y feas arrugitas en las comisuras”. Y si tiene la costumbre de pasarse continuamente la lengua por los labios, le tenemos malas noticias: ese hábito también maltrata la piel de la boca ya que la saliva contiene sustancias ácidas que la deshidratan, añade la experta.

Problemas comunes
Unos labios agrietados, más allá de lucir antiestéticos, usualmente no son considerados como síntomas de enfermedades. Sin embargo, la medicina oriental, en especial la ayurveda –reconocida por la Organización Mundial de la Salud–, sí ve en esta condición una señal de falta de vitaminas como la B2, B6, B12, y también de ácido fólico, afirma Alicia Arcentales.
Otros cuadros clínicos que se pueden presentar en la boca son carcinomas –cáncer– y herpes labial, ya que los labios no tienen los mecanismos de defensa que posee la cara y su tejido es transitorio.
La especialista indica que los herpes labiales se conocen clínicamente como herpes labialis y son causados por el VHS-1, comúnmente denominado como virus del herpes tipo 1. Este, por lo general, se activa por una deficiencia del sistema inmunológico, las quemaduras de sol, resequedad excesiva, algún tipo de enfermedad o estrés.
“El VHS-1 se caracteriza por la aparición de ampollas, en o alrededor del borde de los labios, y puede durar quince días. Para evitar esta condición hay que comer vegetales verdes crudos y mucho yogurt, y revisar si se tiene un mal funcionameniento de la tiroides. Para una pronta recuperación se puede colocar compresas de goldenseal y de equinácea, que se consiguen en tiendas de productos naturales. También existe una crema para prevenir la aparición de estas ampollas que se llama Pure Lip Prevention. En Ecuador, su equivalente es el ungüento Sovirax”.